VALORAR LA PROFESIÓN DE PELUQUERÍA
En la profesión de Peluquería, vemos que la caja de
composición, la proporción, la terminología del oficio (el argot), las reglas,
el conocimiento teórico, la estética autóctona, los signos, la semiótica, la
teoría del color, el programa de necesidades del cliente, el contexto, el
proyecto (y su metodología)... y la investigación, a pesar de ser las
herramientas a partir de los cuales se debe de resolver un problema, en muchas
ocasiones no se toman en cuenta, lo que vale es el ego, la necesidad de ganar
dinero fácil y la falta de compromiso.
Si existe un nivel tan bajo, tan superficial, tan light,
¿dónde se gestará un gremio? Cuando la actitud del que se dice “peluquero o
estilista” en España – no necesariamente el peluquero/a auténtico/a –, consiste en
realizar el trabajo como una ocurrencia, una puntada, un momento de genialidad,
entonces el cliente asume que ser peluquero/a consiste en tener ocurrencias.
El cliente aprende que la peluquería es una ocurrencia, o
peor, una improvisación ligada a unos cuantos golpes de peine y cepillo o
tintura, entonces tarde o temprano llegará a un conjunto de conclusiones:
• El trabajo de peluquero/a no demanda ninguna ciencia
• El trabajo de peluquero/a no demanda conocimientos
especiales
• El trabajo de peluquero/a consiste en operar un programa
que pinta en en pelo unos colores o corta unos peinados
• El trabajo de peluquero/a
lo puede hacer cualquiera mirando
tutoriales en youtube.
Entonces:
• ¿Por qué el trabajo del peluquero/a debe ser pagado como algo valioso?
• ¿Por qué no hacerlo yo mismo? O ¿Por qué no puede hacérmelo
mi amiga y yo a ella?
• ¿Por qué no comprar el curso a distancia y ponerle el
negocio a mi hija, sobrina…?
Y he aquí miles de peluqueros/as formados cada año de las academias ocupando
espacio físico así sin más. Es muy importante acudir al conocimiento atesorado
en los libros y saber que la Estrella de Oswalt en 1909 se diseñó (se
fundió), para la química pero la
aprovecho el peluquero cuando empezó a explicárselo la gran firma cosmética que
le vendía tintes en 1920.
Si profesional de peluquería aplica la metodología de trabajo a conciencia,
hace la investigación de necesidades, analiza el contexto, aplica un marco
teórico, delimita los alcances del proyecto, realiza una investigación seria,
evalúa soluciones, analiza presupuestos y propone y fundamenta alternativas. Si
aplica el conocimiento teórico para fundamentar sus propuestas, si utiliza su
técnica y habilidades para desarrollar un trabajo eficiente. Y como resultado
de lo anterior: llega a propuestas originales e innovadoras, entonces tenemos
muchos motivos para que el trabajo del profesional de peluquería se
valore.
Así que no dejes de investigar, probar, aconsejar,
desarrollar, proponer, habilitar, avanzar, mejorar, aprender...porque te
ayudará en tu vocabulario, en tus resultados, en tu negocio, pero sobre todo
será valorado. Y si esto lo hacemos tod@s, llegaremos más lejos que los
cocineros, arquitectos, informáticos, gestores, notarios, abogados, y ese largo
etc de profesionales valorados.
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