EL PETROLEO EN LOS COSMÉTICOS
Si nos
centramos en la cosmética, y viendo los anuncios publicitarios, ¿alguien
pensaría que prácticamente el 100% de los productos cosméticos convencionales
llevan derivados del petróleo, aceites minerales o conservantes químicos?,
seguro que no, lo que nos transmiten los anuncios es bienestar, belleza, salud,
naturaleza, nos muestran bosques, selvas, playas, cascadas, espacios llenos de
vida, y suponemos de forma tácita que toda esa “vida” está contenida en un
envase de champú, listo para llevárnoslo a casa.
Pero la
realidad es bien distinta.
¿QUÉ ES EL
PETROLEO?
Quizás lo
mejor es que empiece por describiros que es el petroleo.
Petróleo o
petrolatum, es un derivado de los hidrocarburos. Su origen es natural es decir
(que viene de la tierra porque es un mineral), pero con su producción se
generan una serie de impurezas tóxicas contaminantes. Estas impurezas,
hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), son sustancias químicas
cancerígenas que se encuentran en el petróleo crudo y sus derivados. Sin
embargo, como el petróleo es relativamente barato y fácil de producir muchos
fabricantes de cosméticos optan por el uso de este ingrediente en sus
productos. Además, puede que hasta ahora haya sido barato extraerlo, pero se
trata de petróleo crudo, y el petróleo no es un recurso renovable.
¿PORQUE
DEBERÍA EVITARSE USAR PETROLEO?
Aunque no
existe un vínculo definitivo entre el petróleo y el cáncer en los seres
humanos, la Unión Europea ha prohibido todos los derivados del petróleo en
estado puro para su uso en cosméticos. El grupo ambiental estadounidense
Environmental Working Group’s (EWG) clasifica en el número 7 al petróleo en la
escala de ingredientes nocivos, por ser un posible carcinógeno humano.
El petróleo
y el aceite mineral (un aceite derivado del petróleo) se añaden a muchas lociones
convencionales y cremas para la hidratación y protección de la piel. Debido a
su consistencia espesa y rica estos ingredientes dan sensación de nutrición y
suavidad. Pero en realidad, únicamente se asientan en la superficie de la piel
que no puede respirar o eliminar correctamente las toxinas. Esto acaba
obstruyendo los poros y provocando erupciones. Los productos que humectan la
piel al tiempo que le permite respirar son más eficaces.
Se trata de
compuestos muy usados en la cosmética tradicional usados como productos
hidratantes. Son derivados directos del petróleo, (del refinado del petróleo y
también del carbón) muy estables, de fácil extracción y muy, muy, muy baratos.
Son utilizados en el uso industrial como pinturas, pegamentos, lubricantes o
aislantes. En la industria alimentaria, es muy común, por ejemplo podemos ver
parafina como recubrimiento brillante de las frutas y verduras para hacerlas
más apetecibles a simple vista y mejorar las ventas.
Los aceites
minerales, vaselinas y parafinas son los sustitutos low cost de los aceites
vegetales naturales. Ofrecen una textura fina y sedosa que al aplicarlos sobre
la piel la deja suave y con “sensación” de alta hidratación. Comunes en cremas
hidratantes, mascarillas, aceites hidratantes, body milks, labiales,
pintalabios,...
La triste
realidad sin embargo es que a pesar de lo que afirman, estos aceites minerales
no hidratan. Crean una película plástica altamente oclusiva sobre la piel que
impermeabiliza y obstruye los poros, impidiendo la transpiración natural y
necesaria de la piel, y evitando la depuración natural de toxinas. El aceite mineral absorbe la humedad de las
capas internas de la piel llevándola al exterior para que la epidermis o capa
más externa parezca más hidratada. Esto lleva consigo una lógica deshidratación
y un envejecimiento prematuro de la piel en general. Demandará más y más
producto para calmar su sed, y aparecerán irritaciones, acné, dermatitis,...
Un gran
número de científicos ha afirmado ya que los derivados del petróleo de forma
generalizada no deberían formar parte de los cosméticos de uso diario al considerarse
peligrosos para la salud ya que poseen agentes cancerígenos.
Vamos a
encontrarlos en los INCI's como: Mineral oil, Paraffinum o Paraffin, Paraffinum
Liquidum, Petroleum, Petrolatum, Vaselina, Acrylates, Acrylamides, Carbomer,
Dimethicone, Dimethiconol,...
Organismos
internacionales como la OMS (Organización Mundial de la Salud), han realizado
estudios, en los que alertan sobre los efectos negativos que tienen algunos
ingredientes usados en la cosmética convencional como son los bisfenoles,
benzofenonas o ftalatos, los llamados comúnmente, “disruptores endocrinos”. Se
encuentran en productos cosméticos de uso diario, como son el champú, el gel,
el desodorante, la pasta de dientes, las cremas hidratantes, los jabones, etc…
y recomienda evitar su uso, sobre todo en niños y mujeres embarazadas.
¿ Si son
ingredientes sospechosos y son perjudiciales para nuestra salud, porqué están
permitidos por el Ministerio de Sanidad?
Pues bien,
las cantidades que contienen de estos ingredientes “sospechosos” en cada uno de
los productos de uso diario es muy baja, y en teoría no deberían afectar a
nuestro organismo, el problema es que la industria cosmética convencional está
obviando el riesgo de exposición múltiple o combinada, es decir, el “efecto
suma” de dichos ingredientes en nuestro organismo.
Por
desgracia, y os invito a que lo comprobéis por vosotros mismos, son demasiado
habituales en la cosmética. En las cremas y aceites de bebés y niños, la
inmensa mayoría están realizados a base de aceites minerales derivados refinados
del petróleo. Son pieles extremadamente delicadas y sensibles y creyendo que
les protegemos les ponemos productos nocivos e indeseables. Cada vez con mayor
frecuencia están apareciendo casos de alergias, y dermatitis varias, en recién
nacidos y lactantes. Y no sólo los más pequeños se ven afectados.
El uso, abuso
y combinación y sinergias de diferentes productos químicos sintéticos de
distintos productos cosméticos convencionales está elevando de forma alarmante
los casos de irritaciones y dermatitis en adultos.
¿Qué hacer para evitarlo?
Ir sustituyendo poco a poco, productos de cosmética convencional, por cosmética natural o ecológica.
Dentro de la
cosmética natural hay diferentes grados de certificación y diferentes
organismos que certifican, pero la característica común de todos ellos es que
son cosméticos que están libres de sustancias químicas de síntesis y de
derivados del petróleo, se componen principalmente de ingredientes de origen
vegetal, como son los aceites y mantecas, esencias aromáticas, extractos de
plantas, etc…el proceso de elaboración es respetuoso con el medio ambiente, no
se generan residuos contaminantes, y no se han testado en animales, ni el
producto final, ni la materia prima con la que están elaborados.
En nuestra
manos está elegir unos productos, que nos acerquen de nuevo a la naturaleza,
equilibrados, saludables y seguros, respetuosos con el medio ambiente y con los
animales, o productos elaborados con ingredientes químicos de síntesis,
alejados de la tierra, y a la larga muy perjudiciales para el medio ambiente y
para las personas.
IMPORTANTE:
Para
comprobar si un producto contiene este ingrediente busca en su etiqueta:
petrolatum, parafinas, siliconas o aceite mineral. La elección de los productos
hechos con aceites vegetales puros y mantecas, no sólo son mejores para la
piel, sino también para nuestra salud y la de nuestro planeta.
Los derivados del petróleo asfixian y
engañan la piel.
Déjala
respirar, ella se lo merece, y ¡¡TÚ
TAMBIÉN!!
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